jueves, 11 de enero de 2007

Clase de economía revolucionaria en metro


Ayer tomé el metro de Caracas por primera vez. Para ir al trabajo. Cuatro paradas de metro, y después una furgoneta con los cristales tintados. No arranca hasta que todos los asientos están ocupados y hay gente de pie (quiero decir, encorvada). Se paga al bajar, no al subir. El metro de Caracas, según todas las opiniones, es más seguro que la superficie. Lo cierto es que es más limpio, y puntal y eficaz. Pero tiene algo de hipócrita: hoy vi a un guardia del metro, en la plaza de Venezuela, recriminando a un joven que estuviese auclillado, esperando: "mala imagen, pana". Asombroso.

Si el cambio oficial de la revolución dólar contra bolívar está a 1/2.180, y el mercado parelelo te pagan el euro contra el bolívar a 1/4.500, ¿qué ocurre con el país? Que la inflación se dispara. En 2006, la inflación venezolana fue del 17%. ¿Que haces con los bolívares? Te los gastas. ¿Qué pasa con la demanda de divisa? Alza el vuelo. Y sube el precio. Resultado: "los bolívares no los quieren ni en Colombia". Papel mojado, papaíto.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por el blog. Veo que estás haciendo un cursillo intensivo de inmersión en la realidad sudamericana. Espero un buen post sobre la clase y calaña de malandros que se encuentran por ahí.

Anónimo dijo...

pero bueno fon que clase de articulillos osn estos, espero que te diques a caminar mas por el camino viello y a dejarte de tanta chorrada. por cierto mañana gran manifa en contra de eta convocada por los sindicatos, aupa. mas information www.fotolog.com/shiddarta

Anónimo dijo...

Albricias, amigo tamal.
Tarde pero llego a tu blog, y como te anuncié, confio en poder sacarle punta a cada mayúscula.
Por cierto que me sorprende que te hayas encaminado por la senda del cuasi-telegrama... Ten cuidado, compadre, tal actitud podría ser considerada como contra-revolucionaria.

Anónimo dijo...

No son telegramas, es la prosa de Pla a ritmo de sobremesa caribeña

Emiliuken

Anónimo dijo...

Todo discurso que no ocupe al menos 3 o 4 horas (leído o enunciado) es susceptible de no tener cabida en el Socialismo del Siglo XXI.